Enfocar la mala energía y resultados en los demás es bastante conveniente para no reconocer que el problema está en nosotros. Analizándolo te das cuenta que esos resultados en mayor caso siempre son por ti. Pero es más fácil sacar las culpas fuera de casa y quedarse con los brazos cruzados. Si eres así, o tienes curiosidad por saber cómo indirectamente ponemos el peso de nuestra responsabilidad en los demás, ésta es una excusa que tienes que analizar, «Es que no conozco a nadie!». No conocer a nadie dejó de ser un problema desde que existen las redes sociales y todo el mundo está en ellas. Puedes acceder a prácticamente cualquier persona, y en general, van a contestarte o al menos a leerte. Crear contactos y formar una red no es un proceso que crece como una flecha en dirección ascendente, es más bien una pirámide en la que la base tiene que ser grande y fuerte y luego irás escalando posiciones, poco a poco, con contactos más relevantes. Puedes empezar online enterándote de quién es quién y haciéndote un panorama de tu sector, contactando con ellos por redes sociales, siendo amigable y poco invasiv@. Luego, si se presta la oportunidad y puedes acceder a conocerlos en persona (en eventos y reuniones) ve y preséntate, y diles quién eres y lo que haces sin vergüenza, sin esperar nada más. Y luego verás cómo evoluciona. Es una cuestión de feeling. Cuando te metes en un mundo del que desconoces todo y a todos, simplemente hay que esforzarse por interactuar. Hoy en día no hace falta pasarse el día en eventos, los eventos suceden cada segundo en la red. Con esto me refiero a que las mejores relaciones salen de la nada, salen sin esfuerzo, salen porque conectas con alguien de forma natural y las cosas fluyen, o simplemente dejas “ahí” tus datos y tus “credenciales” y esperas a que a alguien se le ocurra contar contigo para algo, nunca está de más presentarse en plan “si algún día me necesitas, estoy aquí”. Por otro lado, si necesitas forzar las cosas para llegar a alguien o tienes algo que proponerles, no tienes más que mandarles un email. A veces resulta y a veces no, pero la grandeza de este mundo es que estamos todos a un click de distancia. COSAS QUE PUEDES HACER Muchas veces pasa que creemos que tendríamos que estar súper conectados y eso nos impide empezar a conectar realmente. En realidad, en estos casos, la calidad suele ser más importante que la cantidad. 1. Empieza por hacer una lista de personas a las que te interesaría conocer o con las que querrías conectar para mejorar tu proyecto o desarrollo profesional. Si aún no sabes sus nombres, hay un paso previo: investiga. 2. Al lado de cada nombre, pon claramente cuales son tus objetivos al contactar con esa persona. ¿Tienes algo que proponerle? ¿Quieres que sea tu mentor@? ¿Quieres que te aconseje o te hable de su negocio y su experiencia que es cercana a la tuya? ¿Te cae super bien y quieres ser su amig@? Todo sirve, pero tienes que tenerlo claro de entrada. 3. Ahora ordena la lista por orden de interés, el que te interese o te haga más ilusión el primero y a partir de ahí para abajo. 4. Busca sus direcciones de mail. No cuesta nada. O su perfil de FB si lo del mail te resulta imposible. 5. Escribe un e-mail para las 5 primeras personas de la lista. Uno para cada una. Un mail bien escrito, con introducción, presentándote y presentando tu proyecto, explicándole por qué te gustaría contar con su apoyo (regalar oídos sinceramente está perfecto) y finalmente diciendo claramente qué te gustaría que pasara. Sé concret@ (mails de cinco hojas no!), sincera y directa. Nota: si no tienes algo concreto que pedirles, si es una cuestión de estar en contacto o acercarte un poco más, simplemente escríbeles en las redes sociales, comparte cosas con ellos que creas que les pueden interesar, llama su atención de la manera más discreta posible. Escríbeles para agradecerles esto o lo otro o para comentarles lo mucho que te gustó esto o lo otro. Sé active@. Al final, las mejores relaciones surgen de forma natural y el feeling hace su trabajo. AUTOR Berenice Torres Diseñador Gráfico que la vida ha llevado hacia la investigación y entendimiento del mercado y consumidor, actualmente cursa una maestría en Alta dirección en Publicidad y Comunicación. Colabora en diversos proyectos de emprendimiento a la medida, dispuesta a seguir aprendiendo y compartir lo aprendido para ayudar a dar valor visual y de comunicación, entre su desarrollo ha trabajado en varias empresas y agencias de Branding y publicidad como Ogilvy & Mather, Becton Dickinson de México y American Express. Imagen cortesía de iStock
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