Si observamos bien, el acudir a una agencia de publicidad es similar en diversos aspectos a acudir al médico. Muchas veces la “enfermedad” es bien identificada y es curada, sin embargo también sucede el caso que empeore. Como los doctores, los publicistas deben buscar diferentes ángulos para atacar el problema, conllevando una serie de ensayos y errores para inhabilitar el virus o bacteria, el objetivo o problema. Y ni hablemos de esos Directores Creativos que piensan que están salvando vidas y cambiando el mundo en cada campaña que hacen. El diagnóstico clínico requiere tener en cuenta los dos aspectos de la lógica, es decir, el análisis y la síntesis, utilizando diversas herramientas como la anamnesis, la historia clínica y la exploración. Lo mismo debe hacerse con el primer acercamiento al cliente. Muchos errores de las agencias parten en no identificar exactamente la “enfermedad” del cliente. Se brindan soluciones sin ni siquiera escuchar antes las necesidades. Es primordial conocer su historial, cuánto lleva con el malestar; con mayores datos se acerca la probabilidad de obtener un resultado concreto, para con ello dar nombre al sufrimiento del paciente. Como agencia debemos muchas veces interpretar un brief que no nos dice nada del “paciente”. Es por ello que debemos ser más meticulosos al respecto, si no es así, podemos acabar en una situación de no lograr “curar” el padecimiento. La información obtenida por los médicos, junto con los datos relevados a partir de un examen clínico, le permiten elaborar un diagnóstico y un tratamiento. El diagnóstico médico establece a partir de síntomas, signos y los hallazgos de exploraciones complementarias, qué enfermedad padece una persona. En el caso de la agencia debemos identificar los síntomas para concretarlos en conceptos lógicos y con lenguaje propio, entonces como al doctor se le indica que “es como un ardor” o “duele como si me apretaran”, en las agencias nos enfrentamos a “que sea mas trendy” o “el concepto es muy mainstream”. Para los signos el médico observa al paciente, como agencia se debe ser muy hábil en percibir la situación actual del cliente. Nos puede decir que necesita algo cuando en realidad puede ser otra cosa lo que le beneficiaría. Formar una relación a largo plazo con un médico de atención primaria es lo más importante que un paciente puede hacer para tener mejor atención médica. Lo mismo sucede el contar con una agencia que se contrate a largo plazo, ella mejor que nadie conocerá nuestro “historial clínico” y podrá reaccionar de manera adecuada. ¿Necesitamos una productora o una BTL? Se debe buscar el médico que más nos convenga. Se tendrá que identificar que tipo de agencia es la que se especializa en nuestros síntomas. ¡Por favor tome sus medicamentos! No seguir un consejo o las recomendaciones para un tratamiento es la principal queja que los médicos tienen sobre sus pacientes. Como en ocasiones suele pasar el enfermo se niega a seguir el tratamiento, lo mismo sucede cuando proponemos la solución. El cliente, consciente de su malestar, no quiere tomar su medicina. Acude al doctor, en este caso a la agencia, pidiendo que se le cure pero negándose a hacernos caso. Se acude al doctor de manera preventiva, correctiva y de urgencia. De la misma manera se debe ver a la Agencia de Publicidad. Se debe considerar el tipo de campaña que necesitaremos conforme a nuestra “condición física”. Hagamos nuestro check-up publicitario anual para con ello mantenernos siempre sanos.
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Imagen cortesía de iStock
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