Si se busca remarcar habilidades en cuestión de marketing estratégico, podemos traducir el concepto como: el conocimiento a fondo de las necesidades básicas de la marca o producto, con preguntas como ¿quién lo consumirá? ¿Quiénes son mis competidores? ¿Cuál es mi ventaja competitiva ante los demás? Y sobre todo ¿Qué estrategia de marketing y distribución adoptaré? Cuestiones sencillas y con un gran trasfondo que se adapta a los puntos clave que buscamos para el éxito de una campaña, el consumo, la distribución y comunicación de la misma, diferenciando la innovación en cuanto al canal que deseemos ocupar. Si algo es cierto, es que muchas personas consideran el marketing como algo superfluo y carente de esfuerzo, incluso puede llegar a ser una carga económica pata aquel empresario que no tiene el conocimiento de las ventajas que esto deja a su negocio. Improvisar el marketing es uno de los mayores problemas a los que nos enfrentamos actualmente, y es algo que sin duda puede traer repercusiones inimaginables. Improvisar por medio de acciones muy a prisa, sin planeación alguna o preparación previa, nos arroja el correr un riesgo innecesario en el que afecta tanto a la marca como al consumidor. Cuando no realizamos investigaciones a profundidad, estas acciones de marketing quedarán volando en el limbo sin adquirir ninguna consistencia. Es necesario definir una estrategia de marketing antes de accionar la palanca. Y ¿qué podemos hacer? Sustentar las acciones del producto nos puede llevar a un camino conocido y sin sorpresas. Para comenzar, es buena herramienta hacer un listado de las prioridades de nuestro producto, conocer al consumidor es una de los principales puntos que debemos tomar en cuenta, incluso antes de un verdadero estudio de mercado. Las empresas que están cien por ciento convencidas de su producto, no deben dejar de lado la opinión del consumidor ya que, después de todo, él es el verdadero responsable de que un producto se venda y sea exitoso. Es común ver a menudo que en la industria se suele confundir la propaganda con acciones de marketing, si nos enfocamos a las cifras reales, nos podemos dar cuenta que no sólo porque un producto es caro, es bueno. Conocer las tendencias que se avecinan en cuestión de marketing y publicidad, es un impulso para la marca que va más allá de la planeación estratégica, por ejemplo, de acuerdo a un estudio de Top Rank Blog, la experiencia del consumidor en cuanto a un nuevo producto, generaliza en cuanto a empatía y experiencia de consumo. Por ejemplo, hacer que nuestros consumidores se sientan como parte de una estrategia es sumamente malo para la marca, al contrario, debemos hacer que el usuario sienta empatía por ella y sepa que el marketing estratégico en realidad se basó en un punto en donde se le está tomando en cuenta, a él y a sus necesidades. A pesar de que el contenido textual decrece, lo escrito será todavía de más relevancia para incitar que los usuarios consuman nuestro producto. Una buena estrategia en cuestión de lanzamiento puede ser el gancho para conseguir mayor interacción con los consumidores. Uno de los elementos claves en la estrategia de marketing, es adaptar los mensajes dependiendo el canal por que serán difundidos, varias veces hemos revisado que no todo lo que funciona en un medio lo hace en otro. La dinámica en cada canal es distinta. No es lo mismo publicar en Twitter que una foto en Instagram o una publicación con estadísticas en Facebook. Finalmente el elemento clave para llegar a la penetración en el público es no olvidarnos de incluir en esta estrategia, la tecnología necesaria por la cual el usuario accesará más fácilmente a esta información. Lo cual acarrea oportunidades de venta multicanal, sin embargo aún existen retos incluidos en la valoración del producto a los que los estrategas en marketing deberán enfrentar. Imagen cortesía de Fotolia
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