Compramos para cubrir nuestras necesidades básicas o como terapia, recompensa, pasatiempo, excusa para salir de casa, para buscar amistades o pareja, entretenimiento, educación o para matar el tiempo.
Este proceso de “shopping” siempre ha despertado mucho interés para los marketeros puesto que resulta muy importante entender qué sucede en el cerebro de los consumidores; es aquí donde el neuromarketing como ciencia, trata de descifrar los estímulos producidos en la mente humana, con la finalidad de tender una vía que permita la construcción de marcas exitosas Sobre este punto es conveniente citar a Martin Lindstrom autor del libro “Buyology”, donde define al NeuroMarketing “como la llave que sigue la lógica de las compras, donde los pensamientos, sentimientos y deseos subconscientes son el motor que mueven las decisiones de compra”; sin embargo, para algunos especialistas, todo este estudio y conocimiento de esta nueva ciencia genera paranoia, debido a que puede ser mal empleada, pudiendo manipular la mente humana con fines de lucro, o generación de adicción a una determinada marca; aunque creemos que esto último no sucederá porque los estudios sobre esta materia están siendo realizados por personas serias como Néstor Braidot, Jurgen Klaric y el propio Martin Lindstrom. que lo único que desean es proporcionar al Marketing una nueva herramienta que permita decodificar lo que los consumidores pensamos cuando estamos frente a un producto. Podemos concluir que compramos porque algunas marcas logran conectar emocionalmente – a través de sus mensajes publicitarios – con nuestro cerebro límbico y reptiliano, que finalmente es justificado por nuestro cerebro racional que nos lleva al acto de la compra.
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