La publicidad es la voz de la marca que representa, el sonido más evidente para decirle algo a la sociedad, aunque muchas veces se vuelve en una voz negativa a la cual se le culpa por múltiples problemas actuales como la violencia de género, la obesidad, el racismo, el maltrato animal entre una lista que si continuo podría no encontrar un fin ya que el ser humano busca culpar a terceros ante la inminente inestabilidad que como sociedad estamos presentando. No es de extrañarse el escuchar que “esa publicidad es engañosa”, “no habla con la verdad”, “qué publicidad tan irresponsable”, “mira como incita a las personas”; en otras palabras ahora es muy común el ver que la gente critica la publicidad en cada esquina en donde esta se encuentra lo que está llevando a perder el sentido crítico y objetivo de la publicidad misma porque ahora debe cuidarse en su totalidad la forma en cómo se presentan los mensajes para que estos puedan tener un verdadero impacto en el consumidor (de manera positiva). Por lo que se ha vuelto necesario el reubicar a la publicidad misma en un nuevo entorno social en el cual ahora debemos entender a esta profesión como una generadora de educación, ya que es un agente de influencia global por el simple hecho de estar presente en los medios de comunicación los cuales se encuentran implícitos en la vida de los consumidores, los cuales se ven dirigidos por los mensajes que reciben en estas plataformas ya que la publicidad bien fundamentada y con un desarrollo creativo coherente nos lleva a consumir un producto, asistir a un evento específico e inclusive nos dice hasta donde debemos estudiar o donde sería mejor morir. Eso no quiere decir que la publicidad tenga la obligación directa de educar a la sociedad pero tampoco significa que deba des-educarla ya que los anunciantes y las agencias deben buscar caminos que inviten y responsabilicen al consumidor por los problemas que no son propios de este mercado, es aquí donde la creatividad tiene que impulsar a crear verdaderas historias que causen conciencia en la gente y que los lleven a actuar de manera directa para solucionar estos conflictos y así dejar de culpar a un negocio que tiene un fin más allá de las ventas y el consumo. Para ello me permito tomar esta frase de José Luis Barros la cual dice: “Si la publicidad por sí misma difícilmente vende, entonces difícilmente mata o enferma o engorda por sí misma” y con la cual estoy completamente de acuerdo ya que insisto que es una verdadera irresponsabilidad el querer culpar a un par de spots televisivos, un slogan e inclusive una fotografía como causante de estos problemas sociales. No por ello los profesionales publicitarios debemos olvidar la verdadera responsabilidad a la que estamos obligados al formar parte de un medio con poder de influencia, la cual nos permite hablar en nombre de muchos que no pueden hacerlo, porque tenemos que ser serios y objetivos al entender la fuerza que tiene la publicidad en la sociedad actual, en la cual nosotros podemos promover hábitos que ayuden a tomar decisiones de impacto positivo. Para finalizar me despido de ustedes con una frase que seguramente todos conocemos y la cual puntualiza el rol de los publicistas en la sociedad actual: “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”- Ben Parker.
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