El término viralidad nace de la difusión que tiene entre usuarios de las redes sociales un tipo información, con frecuencia un video. Que las características particulares de un contenido interesen a una gran cantidad de personas no lo hacen viral al instante. Por esta razón, el fenómeno requiere de que sea interesante, sorpresivo y divertido para que sea compartido por la audiencia. Si la información no se comparte, pierde su rasgo de viral pues no logra provocar el contagio del que presume el término. Con frecuencia, el pasar de un usuario a otro un vídeo promete una producción exponencial de número de visitas. El aumento de estas visitas a números inimaginables y en un periodo corto de tiempo se suma a la definición de un contenido viral. Adrián Sobrino, en su artículo “Los retos de la viralidad”, asegura: “Si nuestro mensaje es bueno, si no es publicidad ficción, si la gente se siente interesada lograremos que funcione por sí solo, que se convierta en viral”. Sobrino resalta que una peculiaridad que se comparte en la publicidad viral es el bajo presupuesto con el que su producción cuenta. El bloguero cita a su compañera de blog, Eva Represa, al mencionar los distintivos intrínsecos, no físicos, de esta producción. Ambos concuerdan en que en un producto viral coexisten un conflicto, una situación insólita, un contexto sencillo y un protagonista. Sobre el conflicto, expresa Represa: “A las personas nos atraen los desafíos, y los problemas (si son de otros) intelectuales, de habilidades y de pericia”. La bloguera de Territorio Creativo propone que la carnada del viral ocurre en la etapa de presentación del conflicto. Es aquí el momento en el cual la audiencia decidirá si continuará mirando el material o pasará de él. Después de lograr el enganche, el proyecto viral debe de gozar de un componente insólito. La trascendencia del componente viral es necesaria para que aumenten las probabilidades de su futuro. Es decir, para mantener la esencia de epidemia, el grado de asombro que provoca esta técnica de producción persigue un aumento en la cantidad de publicaciones y visitas que tendrá. El contagio, si es viral, se podrá ver y medir en las plataformas sociales de quienes lo han visto. En cuanto a la sencillez que representa la producción del contenido viral, Sobrino explica que es un elemento que “realmente atrae y consigue que en la mente del espectador suene un ‘brillante’, algo puro y que vaya al grano”. El bloguero entiende que para los receptores del mensaje “lo verdaderamente interesante se relata de forma muy corta e impactante”. Además, Sobrino suma la presencia de un protagonista como elemento indispensable para conmover y provocar empatía entre usuarios para la elaboración de un proyecto viral exitoso. El propósito de la viralidad es aumentar la difusión de un mensaje. César Acosta en su blog, Blog Acosta Community Manager, afirma que cuanto más personas conocen el mensaje, mayor cantidad de usuarios se pronunciarán leales y se comprometerán a compartirlo. Por consigue, el redactor explica que la viralidad surge desde la provocación de la audiencia, “ya que es ésta misma la que difunde y recomienda el contenido; a la vez que [la industria de medios] ahorran su inversión en medios para ganar visibilidad”. Algunas de las plataformas de viralidad más conocidas son: los canales de vídeos de YouTube, las acciones de ‘me gusta’, ‘compartir’ de Facebook, ‘el retweet’ o ‘favorito’ de Twitter, el ‘repin’ de Pinterest, entre otros. La técnica narrativa del periodismo de marca tiene cabida en todas estas bases de comportamiento social. Cuando un producto viral traza las líneas de la realidad para promover un mensaje directo está haciendo uso de los rasgos específicos de la narrativa del periodismo de marca. Tanto empresas de publicidad como negocios independientes difunden historias particulares dentro de videos virales. El periodismo de marca comparte las características más básicas de un viral. La técnica narrativa expone una situación, relato o conflicto de forma sencilla y clara para lograr un objetivo a través de un protagonista que conmueve, provoca y logra trascendencia en la audiencia. Las historias más relevantes consiguen elevar la manifestación de la línea editorial. Si se alcanza la empatía, aumentan las probabilidades de que los receptores del mensaje difundan el mismo en las distintas plataformas sociales a las que pertenecen. Los rasgos de una publicación viral son importantes para que más personas conozcan la marca y sus ofrecimientos. La narrativa del periodismo de marca utiliza la viralidad para provocar a la mayor cantidad de personas a que difundan su mensaje.
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