Nina Ricci desde hace un par de años ha vuelto los ojos a un mercado más joven, imprimiéndole ese toque a sus comerciales y campañas. En su nuevo perfume Nina L’Eau, esta marca combina varios elementos que a simple vista parecen al azar, pero tienen un significado más profundo para atrapar nuestros sentidos. El espejo ha sido motivo de ilusiones y sueños. Una de las ilusiones de las mujeres actuales son la juventud y la elegancia. Así, la joven del espejo lo atraviesa, deseando que su reflejo sean esas ilusiones. Con una lechuza en el brazo y un entorno invernal, se encuentra en un laberinto. La lechuza, al igual que el búho y el águila, son animales observadores, sabios. Este animal le ayuda a salir del laberinto, de su encrucijada mental. ¿A dónde la dirige? Para cumplir sus ilusiones, es necesario ir al ‘Árbol de la Sabiduría’. Ese árbol religioso, mítico, nos recuerda el fruto con el que Adán y Eva pecan. ¿Cuál es la primer observación que ellos hacen después de comer el fruto? El pudor y la vanidad. El árbol del spot le ofrece a la joven un fruto, el perfume en forma de manzana. Cuando ella lo toma, su mirada se transforma y pareciera que no hay manera de quitárselo: se han cumplido sus ilusiones, sus bajos instintos sin perder la elegancia. ¿Qué es la elegancia? La mejor elección.
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