Atención. Lo más importante es llamar la atención, y para lograrlo no es necesario usar colores chillantes o gritos. Llamar la atención no es lo mismo que atraer a los sentidos. Llaman la atención los anuncios que son vistos en el momento correcto y en el lugar correcto. La pauta publicitaria es más importante que el argumento en el primer contacto con el público. Interés. ¿Qué es interesante? Lo que nos ayuda, inmediatamente, a solucionar un problema, o lo que contiene información chistosa o de apariencia increíble. «¿Sabía usted que por no hacer A padece B?», podemos decir. Credibilidad. ¿A quién le creemos? Al verídico. ¿Y quiénes son verídicos? Los sinceros. ¿Quiénes son sinceros? Los que no mienten. Simple: no diga mentiras, o sea, diga las cosas como son. Deseo. Deseamos muchas cosas que no podemos tener. Pero, gracias al crédito y a las promociones, podemos comprar una pirámide o un satélite. Sin embargo, las promociones no deben ser ganchos para llamar la atención, pues todas las marcas hacen lo mismo. Ejemplo: Anuncio de radio. Hora: 8:00 am. Entrada. Voz 1: ¿Se le hace tarde? (atención). Exordio: ¿No desayunó? (interés). Argumento: Desayunar tortas no es lo mejor, pero es mejor que no desayunar nada. Llame, mientras va en el tráfico, al XXXX-XXXXXX, dé su dirección y en media hora tendrá en su oficina una rica torta y un jugo (credibilidad). Cierre: Abra su cuenta y pague sus desayunos al final del mes (deseo). Tortas el Embozo. Imagen cortesía de Fotolia.
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