Consejo dado, consumo garantizado No hay publicidad y marketing más rentable para las marcas que aquel que se logra de boca en boca. Si, ese comentario, la recomendación entre amigos y amigas, el típico “a mi me salió bien bueno”, la experiencia compartida y la mirada con el “te lo garantizo” que algunos y algunas nos atrevemos a lanzar en la plática casual con nuestros semejantes. La reputación en juego El valor del “boca en boca” radica directamente en la confianza que se deposita con anterioridad en las personas. Estamos tan acostumbrados a recibir mensajes y publicidad enfocada a “recomendarnos” y “sugerir” productos y marcas que ya es automática nuestra inmunidad ha todos esos estímulos. Es una cuestión de contexto: ya no es algo creíble y seguro, todas las compañías lo hacen para vender sus productos, por lo que no existe una garantía como tal de que sea verdad todo lo que ofrecen. Sin embargo, con las recomendaciones que nuestros círculos sociales comparten, la situación es distinta; difícilmente alguien arriesgaría su imagen y reputación haciendo sugerencias “a la ligera”, es una cuestión de riesgo aconsejar a las amistades y relaciones a sabiendas de que los efectos de nuestra sugerencia se van esparcir en nuestros círculos, por lo que esos “consejos” son una manera de empeñar la palabra: ponemos en juego nuestro lustre como personas de confianza, así, el valor de una orientación cobra valor para los demás. El boca en boca en las tribus Para el boca en boca, la importancia del concepto: “círculos sociales” o “tribus” tiene un papel preponderante. Partiendo de la necesidad de “insertar” ideas, creencias o crear “preferencias” hacia una marca o producto, es necesario comprender la extensión del consumidor al cual se dirige la marca, y “ensamblar” los preceptos de marca de manera adecuada, en la cual, se “absorban” de forma natural la idiosincrasia del consumidor y la de la marca. Pero, es claro que, atacar al consumidor es imposible si antes no se configura un bosquejo general de quien es y a donde pertenece. Para crear un panorama amplio en el cual sea claro una forma de crear “boca en boca” el concepto de tribus nutre las posibilidades: ya que las tribus se comunican con un slang definido por ellas mismas, y todo aquello que rompa y no vaya ad hoc con su manera y forma, simplemente irá en decremento del efecto deseado. La publicidad y el marketing son labores que viven en y para los seres humanos, algunos mecanismos y estrategias que fortalecen las marcas no siempre nacen de los medios del oficio, sino que nacen dentro de las sociedades, del día a día, de la convivencia humana, de la plática ocasional, y las tribus son un ejemplo de que tendemos como humanos a relacionarnos con aquellos que nos son afines, por que nos sentimos más cómodos y a gusto, lo que a su vez implica un mayor valor y peso a las sugerencias que como grupo e individuos comparten: el boca en boca es un ejemplo de ello, y su valor en las tribus se puede extender a otras tribus con mayor profundidad y poder que el que una campaña publicitaria es capaz de alcanzar. Imagen cortesía de Fotolia.