En 1960, el profesor de la Universidad de Michigan Jerome McCarthy estableció los cuatro factores básicos que interesan a la mercadotecnia moderna. Las famosas «Cuatro P» del Mix de Marketing. Ahora, en los tiempos de la reputación digital y el auge de los profesionales de marca, podemos aplicar este concepto a eso que llamamos Personal Branding. Porque si vamos a considerar a las personas como marcas, sólo puede servir para que se vendan mejor. Y si se trata de vender, es marketing.
Primero de todo ¿qué es lo que se entiende por Personal Branding?
Se cita a Tom Peters y su artículo de 1997 The brand called you como el inicio de este concepto, en el que se considera a la persona como una marca comercial gracias a la cual se conseguiría empleo o mejoras profesionales y que por tanto, debe ser creada, comunicada y cuidada. Así pues, si estás interesado en dejar de ser una commodity o marca blanca en tu sector profesional y quieres convertirte en una marca premium o deseada, para ser elegido, deberás tener en cuanta el mix de elementos que te convertirán en ello.
P de Producto
Es evidentemente la primera y esencial. Lo que realmente eres, sin más atributos. Aunque como ocurre en la creación de un producto comercial, casi nunca se trata de una materia prima sin elaborar. De hecho, en el precio ya se suma ese «Valor Añadido» que se le presupone por algo. Ningún mal producto sobrevive a una campaña de marketing. Al consumidor se le engaña una vez como mucho, y sabe comparar y elegir. Así que no pienses que por trabajar tu marca vas a ser el numero uno. Digamos que el producto es tu Curriculum Vitae, pero aunque tu formación y experiencia es fundamental, en una entrevista también valorarán tu personalidad y actitud. De la misma forma, un producto no lo es solo en los anuncios, y se la juega en el día a día con sus consumidores. Por eso, si quieres construirte una marca personal sólida, deberás hacerlo en cada momento, en cada situación, y ante cada público. Por eso son importantes las otras P.
P de Promoción
Comunicar la marca y cultivar las RRPP con el público y los stakeholders. Eso es lo que hace un departamento de marketing de una empresa. Y eso es lo que debes hacer tú para construir tu personal branding. De hecho, si se ha puesto de moda el concepto, es gracias al entorno 2.0 y el Social Media. Ahora, todos disponemos de soportes publicitarios para nuestras marcas personales. Lo hagamos conscientemente o no y muchas consultoras de recursos humanos ya te monitorizan en redes sociales antes de decidir contratarte. Tus clientes y proveedores actuales, compañeros de trabajo y jefes, también. Así que piensa en ello con calma. Cada vez que publicas actividad en facebook o twitter, compartes fotos de tu tiempo libre o tu trabajo, o al elegir la imagen de tu avatar, estás anunciando la naturaleza de tu producto. Esto es un problema si tienes algo que ocultar, o si el producto que eres no es realmente genuino y auténtico. Pero es algo de mero sentido común. Como suele decirse, no hagas ni digas nada en internet que no hicieras en medio de un bar o una plaza pública. Pero si lo haces, trata de mantener la privacidad entre lo estrictamente personal y lo laboral. Ya sabes, filtra los contenidos según los amigos o followers que tengas. Y si es posible, ten un perfil exclusivo para el entorno profesional en el que, lógicamente, sólo hables de lo que conviene. Eso no es otra cosa que segmentación de medios y targets en función de los objetivos de ventas y comunicación. Puro marketing.
P de Punto de Venta (Emplazamiento)
Si eres un producto en venta, la distribución es básica. El emplazamiento, estar en los puntos de venta donde acuden tus clientes o donde se venden los de tu competencia es fundamental. Los productos de lujo no los encuentras en los hipermercados Hard Discount. Y viceversa. Con la publicidad pasa igual, los anuncios se colocan en los soportes afines al público objetivo. ¿Tú dónde estás para que te vean y te elijan? Ahora con las redes sociales podemos estar en muchos sitios a la vez, y podemos dejarnos ver en grupos de todo tipo, y eso está bien y es otra de las razones del auge del personal branding. Pero la batalla sigue estando en la calle, como en el comercio general. Así que si estás ofreciéndote como producto, debes dejarte ver de verdad. Participa en eventos, acude a congresos y seminarios, visita personalmente a clientes y proveedores… eso es marketing de guerrilla, de experiencias, promoción de ventas… puro marketing del de toda la vida y del más moderno. Y nadie dijo que el marketing fuera fácil ni cómodo, así que es probable que tengas que revisar tu vida social y dedicar tiempo a estar entre los que pueden ser clientes o proveedores en algún momento, también en tu tiempo libre. También podríamos considerar importante como emplazamiento la empresa en la que trabajas actualmente o tu oficina particular. Todo cuenta.
P de Precio
Claro, al final todo tiene un precio, y un valor percibido en el cliente. Andar con remilgos en temas económicos cuando estamos hablando simple y llanamente de vendernos, aunque sea nuestro trabajo, es absurdo. El objetivo final de una labor de personal branding es conseguir o mejorar nuestro empleo, o mantenerlo. Y para ello el precio que pongamos es fundamental. En marketing se habla de la elasticidad de la demanda y la dificultad de conseguir el precio que realmente el cliente está dispuesto a pagar. Pero sabemos que como factor de elección y deseo de compra, es determinante y parte de la comunicación del producto. Las marcas se posicionan por precio y muchas veces eso se asocia a la calidad de las mismas. Barato no se considera bueno y caro sí, siempre y cuando el resto de las P sean coherentes. Los productos tienen un cliclo de vida, y algunos tardan años en conseguir ser rentables. Piénsalo antes de aceptar cualquier precio por tu trabajo, aunque la necesidad mande, venderse barato hoy puede hacer imposible cobrar más en el futuro. Y como en cualquier otro producto, el marketing tiene un coste repercutible. Por resumir, si trabajamos nuestro producto, nuestra promoción y nuestro emplazamiento, podremos obtener un mayor precio o por lo menos, mayores ventas. La diferencia entre nosotros y otro candidato, o nuestra competencia frente a un cliente, dependerá de que nuestra marca sea realmente eficiente. Imagen: Comrade Foot Creative Commons en Flickr.
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