La publicidad y la mercadotecnia pueden resultar una misión a ciegas y llenas de intriga si no se tiene el apoyo del equipo, un plan, un objetivo. Podemos quedar a la deriva en el universo, entre tantas marcas, tantos consumidores, tantas percepciones y gustos si no se tiene una estructura sólida de la cual asirse en caso de emergencia. ¿Quién pone al límite a las marcas? Alguna estructura externa. Mientras no se tenga un conocimiento de la economía, de la sociología, de la política y de la historia, algún fenómeno no previsto en estas estructuras que parecen ajenas a la publicidad pueden ser letales para nuestra marca. Sandra Bullock y George Clooney viven la misma situación en la nueva película de Alfonso Cuarón. En una misión en los satélites, aquellos de los que los medios de comunicación –y una buena parte de la publicidad—dependen, “Gravedad” es una opción de vida o muerte. Caer, volver a la tierra puede ser letal en sus circunstancias, pero la opción de quedar flotando en el universo tampoco es la mejor idea. La desesperación de no ser escuchado, de no tener un plan inmediato para evitar la perdición y saber que los recursos con los que contamos son limitados son emociones que conocemos bien en el medio. Olvidemos un poco la publicidad y disfrutemos de esa adrenalina en un escenario espacial en las salas de cine este octubre.
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