Hace unos días la legendaria marca de cigarrillos Camel nos dio la noticia: vuelve al mundo de la publicidad en revistas después de 6 años de su ausencia. ¿Por qué se había retirado la marca de los anuncios en revistas? Pues su controvertido estilo le valió una serie de denuncias y críticas por el manejo de sus impresos y gráficos. Este mes regresa a revistas y diarios anunciando el nuevo producto, un cigarrillo que contiene una cápsula dentro del filtro; si se rompe el humo tendrá un aroma mentolado, y si no se desea romper, la menta será perceptible sólo para el fumador. Sin embargo, regresa con este producto para volver a la controversia. En Estados Unidos se publican estos gráficos con colores azules y una imagen fresca, juvenil, por lo que ha sido criticado por los grupos anti tabaco. Pero, mientras Camel desata alegrías en el país norteamericano por volver a la publicidad, en Argentina se reforman las leyes que limitan la publicidad del tabaco. Hace unos años, al igual que en México se dispuso la ley que impedía fumar en espacios públicos cerrados; junto con esta ley salieron algunos adjuntos que indicaban que sólo podía haber publicidad de cigarrillos en los puntos de venta. ¿Qué ocurría? Al verse limitadas, las marcas explotaban los espacios donde les estaba permitido exhibirse y parecía aún más atractiva la venta de tabaco. Hace unos días se aprobaron las reformas que indican el tamaño máximo de los carteles (30X30 cm) y la ubicación dentro de los puntos de venta. Por las fechas en que ambas noticias se dan a conocer, resulta un fenómeno curioso. Al final, aunque exista o no publicidad del tabaco, exista o no leyes que regulen su consumo, la decisión está en manos de las personas. Este es un claro ejemplo de que la publicidad es sólo una herramienta, pero el poder lo tiene el consumidor. ¿Qué opinas del caso?
Comentarios