Con las grandísimas posibilidades que da el 2.0, es común que hoy cualquiera sea capaz de, más o menos, dominar un tema y hacerse presente en un blog. Y aunque resulta plausible el hecho de ver a gente interesada en promover sus conocimientos y, de alguna manera, aprovechar e intentar exprimir ciertas herramientas; muchas veces se cae en el error de decretar que lo expuesto en un blog es ley y tiene que ser estrictamente seguido para lograr los objetivos buscados. Inundada está la web de una interminable cantidad de blogs de carácter informativo con fines autodidactas para quienes los consumen, que aunque muchas veces cuenten con una buena intención, terminan por carecer de eficiencia para instruir de manera adecuada lo que se busca instruir. Expuesto lo anterior, si un tema ha sido vilmente manoseado por dichos blogs, ese es el Social Media. Ahora, parece ser que todos tenemos la varita mágica para hacerlo explotar y convertir a todo mundo en un profesional de la materia aun sin tener un panorama general suficiente de cómo se maneja. Simplemente es necesario remembrar la frecuencia con la que uno se encuentra con encabezados como: “Las `n´ cosas que debes saber para obtener seguidores“, “Los `x´ consejos para que tu fan page funcione” y un amplio etcétera que si bien puede ayudar un poco, jamás puede ser considerado como un decreto. Peor aún, cuando aquellos encabezados, como en los ejemplos, comienzan con un artículo (en este caso “los” y “las”) pues con eso, están implicando un límite y engañan haciendo pensar que las únicas soluciones son esas y nada más. Y no puede ser así porque contradice, sobre todo, a uno de los elementos básicos de la mercadotecnia: la segmentación de mercados. Hay que recordar que los objetivos de cada persona inmersa en las redes sociales son diferentes. No todos están interesados en lo mismo, no todos buscan el mismo impacto y no todos pueden utilizar las mismas formas. La realidad dicta que el conocimiento empírico es completamente válido, pero debe ser compartido con responsabilidad. El hecho de que alguien sepa de algo, no lo convierte en un experto capaz de guiar a las masas a cumplir sus objetivos. Por eso, a la hora de leer/seguir a ese tipo de presuntos “gurús” hay que ser muy cuidadoso. Por supuesto, en muchas ocasiones podrán aportar cuestiones de valor, pero no por ello tienen que ser considerados superiores. La ventaja de que el tema que manejen sea el Social Media hace más fácil desnudar sus defectos. Pues basta con revisar su presencia en redes sociales, para vislumbrar la congruencia entre sus dichos y sus hechos y con ello ser capaces de definir objetivamente qué tan válido y conveniente será seguir sus consejos. Imagen cortesía de Fotolia.
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