Las redes sociales son como unos parásitos de la publicidad, pues succionan tiempo, esfuerzo y recursos. Pero esto debería ser al revés. Muchas marcas se preocupan sólo por el contenido de las redes sociales cuando su página web o su blog están desorganizados o incluso, ni diseño tienen. La función de las redes en principio son utilizadas como una manera de conocer al cliente a través de lo que compartimos y comunicamos para conocer su reacción. Pero ese es sólo una de las pequeñas funciones de las redes. Otra función es atrapar la atención de los clientes para que compartan nuestro contenido con nuestro logo. Este trabajo debería hacerse por sí solo después de conocer la verdadera razón por la cuál las marcas tienen redes sociales. En realidad las redes sociales deberían ser anzuelos directos a nuestra marca, para hacer que visiten nuestra página web o nuestro blog. Muy pocas logran ese paso final, lo que nos indica que hay algo mal en el proceso de la comunicación. Para lograrlo es necesaria una estrategia que muestre al mundo lo que realiza la marca y así quienes están realmente interesados, y después de haberse convencido de la marca visitando el sitio, sean quienes compartan nuestro mensaje. De esta forma las redes sociales estarían trabajando para nosotros, estarían convenciendo a la gente y ellos a su vez estarían convenciendo a más gente de por lo menos entrar a nuestro sitio web. De lo contrario, sólo nos preocupamos por alimentar a las redes sin que tengamos un beneficio real por los esfuerzos invertidos. Imagen cortesía de Fotolia.
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