En la vida cotidiana nos movemos por diferentes ambientes. Ya sea con los amigos, en el trabajo, en el estadio o en el cine, siempre tienes una actitud de acuerdo a la compañía y el lugar. Claro que la actitud comprende varios aspectos, desde la ropa que usas, los temas que compartes, el lenguaje, hasta las posturas. Al igual que en la vida ‘of line’, la vida virtual tiene varias facetas, ya sea por redes sociales o sólo navegando por ocio, lo que estar en Facebook y Twitter no significa ‘estar’ en redes sociales. Es como decir que sólo vamos del trabajo o la escuela a la casa. Aburrido, ¿no les parece? La diversidad de redes sociales nos otorga un gran campo de acción para entablar comunicación con las personas. Para hacerlo de forma correcta debemos conocer a nuestro público meta, saber en qué círculos se encuentra e investigar cuáles son las necesidades que cubre en cada uno para ‘llegarle’ por más medios. Es posible que algunas marcas teman a esta estrategia por los pocos usuarios que tienen algunas redes y por lo difícil que se vuelve viralizar un mensaje o distribuirlo. Recordemos la teoría de la larga cola, que dice que si abarcamos varios mercados pequeños es posible que en conjunto puedan tener más éxito que con las grandes masas. Así que apostarle a la inversión a otras redes puede ser una manera efectiva de diferenciarse y de hacer llegar tu mensaje a más lugares. Además, debemos tener en cuenta que si de productos internacionales se trata, las dos más populares en América no sol las mismas que en Asia. En China, por ejemplo, Facebook no se usa y en Japón la red más popular es ‘Qzone’, mientras que en Rusia ‘vkontakte’ tiene un número importante de usuarios. Si quieres llegar más lejos prueba otros caminos que los recorridos por la mayoría.
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