«El éxito de una campaña de publicidad consiste en darle al consumidor lo que éste desea, pero cinco minutos antes de que lo descubra por sí mismo», ha dicho Enrique Gilbert, un creativo argentino. Necesito algo, pero no sé que lo necesito, y esta marca, por cierto, me ayudó a saber lo que necesito. Y es que yo no sabía que me duele la muela porque no uso calcio, y esta marca me lo ha dicho. Y es que yo no sabía que gasto tanta gasolina porque no uso un buen filtro de aire, pero la marca tal me lo ha dicho. La misión de la publicidad, su misión principal, es educar, pero no en un tono académico, sino divertido y sin hacer que el público se sienta idiota. Muchas marcas dicen cosas tan obvias que hasta ofenden. Como creativos debemos distinguir muy bien atributos funcionales de atributos emocionales. Los funcionales se dividen en tres: caseros, profesionales y estéticos. Los emotivos se dividen en cuatro: lingüísticos, sexuales, sociales y etnográficos. Una gorra puede funcionar para que trabajemos mejor, para que nos veamos mejor o para que nos sintamos, simplemente, como en casa, cómodos, sí. Una gorra, emocionalmente, puede servir para comunicar nuestra pasión por el béisbol (necesidad lingüística), para vernos más rudos (sexual), para denotar juventud (social) o para decir que somos de esta u otra zona de Los Ángeles (etnográfica). ¿Qué método usas para estructurar tu creatividad? Gracias, Comunidad Roastbrief.
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