Una campaña publicitaria es una historia contada en varios capítulos, y cada capítulo es transmitido en un medio de comunicación específico. Si vamos a presentar a Peter, usuario de la marca Beta, ¿qué medios podemos usar para la presentación? O preguntémonos: ¿qué datos incluye la presentación de Peter? O mejor todavía, hagamos esta pregunta: ¿cómo queremos que la gente perciba a Peter? En el Capítulo I de nuestra historia haremos que Peter se presente como un ingeniero mecánico naval, como un amante del béisbol y como un aficionado a las fiestas. En veinte segundos es difícil hablar de las tres cualidades, pero no en una revista. Que la cantidad de información que deseamos transmitir, y no sólo el alcance y la frecuencia, determinen cuáles serán los medios usados. Peter tienes tres roles, no sólo el rol de consumidor. En su trabajo, en el barco, él es un experto mecánico, un líder, mientras que en el estadio es un alborotador de gente y en las fiestas un simpático contador de chistes y anécdotas. La marca Beta, un coche deportivo, tendrá que definir en dónde Peter es más vulnerable. ¿Le vamos a enseñar algo de mecánica a Peter? ¿Un anuncio que hable de torque, de caballos de fuerza y de mecánica sorprenderá a Peter? No, creemos que no. ¿Qué concepto tiene la gente que gusta del deporte acerca de los coches deportivos? Muchos conceptos hay, y entre ellos el concepto de «haraganería». ¿Cómo nos cae un hombre que cuenta chistes y anécdotas pero que intempestivamente presume su deportivo? Mal, muy mal. Tenemos que crear una escena nueva, una en donde Peter no se sienta seguro, una en donde nuestro deportivo provoque sentimientos de seguridad en él. ¿Qué sabe Peter de diseño o de moda? Él sabe de diseño industrial, de moda deportiva y casual. ¿Cómo podemos transformar el código de su profesión, que es la ingeniería naval, en un código amable y divertido? ¿Qué metáforas o analogías podríamos hacer? ¿En qué se parece un barco a un estadio? ¿Sería posible inventar un estadio-barco? ¿Qué atractivo tendría un estadio-barco capaz de cruzar los mares? Respiremos. Más. ¿Qué pasaría si nuestro ingeniero viera un anuncio de televisión en el cual la gran final del béisbol, sobre el estadio-barco, viajara hasta Sudamérica desde New York? ¿Y qué pasaría si el barco se descompone a medio camino? ¿Y si hacemos que un grupo de ingenieros navales componga el barco para que el mundo no se pierda de la gran final? ¿Y si el anuncio argumentara que la marca Beta, que tiene a los mejores ingenieros, patrocina la gran final de béisbol? He aquí la labor de un planeador.
Comentarios