Saber implementar una buena estrategia, e incluso un producto innovador, requiere de mucho esfuerzo y dedicación. Después de tanto peloteo, de tantas ideas y caminos posibles para la solución, a veces tomar la mejor decisión puede ser difícil. Para esos momentos en que ‘la hora de la decisión es una locura’ como diría Kierkegaard, recuerda que existen tres palabras que te pueden ayudar a definir la mejor solución. Así que compara tus opciones tus ideas y responde: ¿La estrategia o producto es ‘sexy’? Con esta palabra nos referimos a que sea atractivo, no realmente con connotaciones sensuales. Si cumple con atraer la atención de las personas y es irresistible involucrarse, entonces lo es. ¿El mensaje a transmitir es ‘sencillo’? Si tu mensaje a transmitir o tu idea es complicada, trata de hacerlos simples. En ocasiones –casi siempre los novatos cometen el error—nos gusta elevarnos y pensar que la innovación está en provocar a la gente a que infiera o intuya. Esto sólo con la experiencia se puede lograr, pero aun así es arriesgado lograr las reacciones deseadas. Mejor asegúrate de que tu idea sea digerible y evita complicaciones. ¿Tu campaña en general es ‘significante’? Hay casos en los que una idea puede ser atractiva y precisa, pero no cumple con lo que el cliente quiere transmitir. Revisa una y otra vez el brief y haz que tu campaña sea significante tanto para la marca como para el público. Si uno de los dos está inconforme, entonces no lograrás los resultados deseados. Involucra los sentimientos de ambas partes y crea un mensaje que realmente comunique lo requerido. Recuerda que casi siempre, y nos atrevemos a decir que siempre, la primer idea que se te ocurre en una campaña será nula. Quizás la retomes, pero en todos los casos, se harán modificaciones para que sea perfecta. Foto cortesía de Fotolia.
Comentarios