Cuando los creativos novatos comienzan su carrera, suele escucharse que preguntan a los expertos cómo es que llegaron al lugar donde están. La respuesta de los expertos siempre se resume en una palabra: experiencia. Nadie te va a decir la fórmula del éxito en la publicidad, pero sí puedes identificar algunos rasgos que te delatan como principiante. El miedo es el mayor factor. ¿Qué hizo que Marco Colín, Raúl Cardós y muchos otros emprendedores hayan entrado desde practicantes a grandes agencias? No se trata de un golpe de suerte; fue su capacidad para controlar emociones. Seguramente cuando solicitaron hacer prácticas temían un poco, pero siempre predominó su seguridad. Hay actitudes que demuestran a primera vista la inseguridad y el miedo a cualquier actividad. La primera es la postergación. Aplazar las acciones y sobretodo los deberes es síntoma de que no nos sentimos aptos, y en el inconsciente los dejamos para después ya que tengamos más elementos o experiencia. Pero ésta llega sólo practicando, así que comienza en el momento. El segundo rasgo de miedo es la ansiedad, que se traduce como incertidumbre. Si realizas trabajos y estás nervioso de lo que dirán, indica a los demás que temes no ser suficientemente bueno. Sólo haz tu trabajo y ten por seguro que si hay algo que puedes mejorar, te lo dirán. Estás aprendiendo, y se trata de publicidad, sólo eso. La obsesión por el detalle va de la mano con el punto anterior. Recordemos que entre más sencillo, el mensaje será más efectivo. Si eres de diseño recuerda que hay elementos visuales que no se toman en cuenta, dependiendo del medio. Si no quedas conforme después de producir un copy, un diseño o una estrategia, es normal. Lo malo es cuando te haces una sobre crítica e incitas a los demás a encontrar lo negativo. Eso también refleja una total inseguridad. Por último, el signo más grave de inseguridad que aún los profesionales viven, es el miedo de los otros. Nunca, nunca te dejes contaminar por los miedos ajenos. Si tú estás seguro de una idea y te agrada pero los demás critican y te tumban los ánimos en vez de dar críticas constructivas, ignóralos. Es muy probable que ellos teman al éxito y traten de evitar que tú llegues antes. Todas estas actitudes son normales, pero trata de controlarlas para demostrar seguridad. Recuerda que en estos tiempos no se contratan personas por currículum, también la personalidad es muy importante.
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