Dedicado a las buenas personas

«Tiende la mano al vecino porque sí, con elegancia», dice un bello poema de Antonio Gil. Ayudar, he ahí la misión del día. Coca Cola ha hecho un spot de televisión que nos invita a ayudar porque sí, sin razón alguna, o mejor dicho, por el placer de ver sonreír a los demás. ¿En dónde están las buenas personas? Están en todos lados, están esperando un taxi, están columpiando su ánimo, están a la vuelta de la esquina, están dando una dura pero emotiva conferencia, en fin, que están detrás de los rostros que vemos día a día. ¿Hacer algo bueno parece una locura? «Que no todo sea ganancia a lo largo del destino», vuelve a decir Antonio Gil. ¿Por qué es de locos ayudar sin esperar algo? ¿Por qué Sancho Panza creía en su loco Quijote? ¿Por qué hemos dejado de creer? Creamos, porque creer es querer creer. Coca Cola apuesta por la locura con su spot. El aplauso individual se hace con ambas manos, pero el aplauso social se hace chocando los cinco con todo el mundo. Aplausos, sí, aplausos para los que se cantan a sí mismos, para los que ven amigos y no desconocidos, para los que gustan de usar sus muslos más que su cabeza, pues éstos saben más que la cabeza, según un poeta cubano. La vida está hecha de tiempo, es decir, de filas. ¿Por qué no apaciguarle el día al de atrás pagándole el peaje? ¿Por qué a todo le buscamos una razón? ¿Es la sinrazón una locura? En el spot admiramos obras nobles, sí, nobles. ¿Qué es la nobleza? Es dar más de lo que se recibe. Una mujer regala sus regalos, incrementando la cadena de felicidad. Alguien compra un producto para que alguien sonría, y obtenida la sonrisa, ¿adónde parará el regalo? En otras manos, en otro rostro, en otra sonrisa, en la de un niño tal vez, en uno que sonriendo producirá más sonrisas, sonrisas paternas. La amistad va más allá de las generaciones, y un abuelo puede enseñarle cosas a un joven, y un joven puede salvar a un abuelo. Todo es mutuo, todos son nuestros pares. ¿Y qué os parece regalar dinero, es decir, un poco de certidumbre? ¿No son fantásticas las bocas abiertas, de sorpresa, bocas que dejan escapar sentimientos puros no impregnados de sonidos, de símbolos? Regalemos, volvámonos locos. ¿Por qué no le escribimos una carta a alguien? ¿Por qué no regalar símbolos en vez de cosas? ¿Qué significa regalar un árbol, una vida, una especie? Significa que hay alguien detrás de nosotros. Loco está el aislado, pero si locos todos somos, ¿qué nos importa enloquecer? Si la Tierra se mueve, ¿qué más da movernos sobre un columpio?, ¿por qué no regresar a la edad en la que vivir era soñar, como dijo el poeta español Unamuno en un verso? ¿Por qué guerreamos? Porque no nos ponemos de acuerdo, porque decimos que el país vecino está loco. ¿Locos somos todos? ¡Sí! ¡Todos somos quijotes, todos vemos sólo nuestras locuras! Aprendamos a apreciar la locura ajena, como nos enseña el lindo spot de Coca Cola. ¿Estás loco? Entra aquí  y empieza a cambiar el mundo.