Cuando un anuncio se hace popular, por su belleza, por su humor o por su capacidad de impactar en nuestras mentes, a cualquiera le gustaría ser su creador. Pero el resto del tiempo, la Publicidad tiene mala fama. Con frecuencia es cuestionada por su invasión en nuestros espacios privados, por la sospechosa capacidad de manipular nuestros actos o por la incitación a un consumismo que también se presenta como maligno. Sin embargo, hay más razones para defenderla que para atacarla. La Publicidad es una actividad esencial en un entorno general como es la economía de mercado.
Si nadie pone en duda la dignidad e importancia de quienes inventan o desarrollan productos, los fabrican, los transporta o los vende en sus comercios o redes comerciales, todos ellos acabarán necesitando de una pieza final para que la máquina funcione: El marketing y la Publicidad.
Por eso, vamos a plasmar un decálogo de argumentos que te harán estar orgulloso de dedicarte a este trabajo:
1. La publicidad es la forma más eficaz de dar a conocer una empresa o producto.
La Publicidad en cualquiera de sus formatos (también las RRPP y el SM) es sin duda el camino más rápido para llegar a los clientes. Y sin clientes, todo lo demás no cuenta.
2. Es el motor del mercado al facilitar el éxito de las ideas.
Si las ideas de productos y servicios se mueven, podrán triunfar, motivando a que surjan otra vez nuevas ideas y oportunidades de negocio.
3. Es el motor de la competitividad entre empresas, que promueve la mejora de precios y productos.
Sin publicidad, la competitividad bien entendida se reduce a la influencia del canal de venta y su prescriptor. La variedad de la oferta y su conocimiento público hace que las marcas se esfuercen por mejorar sus productos y sus precios.
4. Informa y facilita la libre elección de productos.
La Publicidad es información básicamente. Lejos de manipular nuestras decisiones de compra, amplía el abanico de posibilidades dando a conocer las opciones.
5. Financia los medios de comunicación que informan y entretienen.
Aunque ahora no tengan el monopolio de la información, sin publicidad sólo contaríamos con medios de comunicación estatales pagados con impuestos pero manipulables por los gobiernos, o privados de grandes fortunas que atendieran a los intereses de quienes los financian. La inversión publicitaria puede influir en los contenidos, pero al mismo tiempo puede dejar de apoyar a quien no juegue limpio.
6. Promueve la difusión de valores y fines sociales.
Cada vez más, las marcas usan sus anuncios para patrocinar o apoyar fines sociales, sin contar con las campañas directamente realizadas por entidades sin ánimo de lucro que se aprovechan de las mismas técnicas que las comerciales para transmitir sus fines.
7. Representa un sector económico relevante generador de empleo.
Por ejemplo en España, aporta aproximadamente el 2,6 % del PIB. Una industria más que destacable y que en tiempos de crisis acaba siendo la que más oportunidades tiene y la primera en notar su recuperación.
8. Recoge y aporta talento, creación e ideas a la sociedad.
Es parte de la industria cultural, al contar con la participación de creadores de contenidos de todas las disciplinas del mundo audiovisual. Con mayor o menor gusto o fortuna, realizan su aportación al arte y la cultura de un país, o de una sociedad.
9. El sector se auto regula y colabora con las buenas prácticas.
Los primeros interesados en que la publicidad sea reconocida y respetada, son sus protagonistas. Por eso se organiza corporativamente para autoregularse y colabora activamente con las autoridades en sus exigencias de ética y responsabilidad.
10. Ayuda a la marca país al ser reconocida a nivel internacional por su prestigio y exportación de talento.
El talento de sus creaciones y la difusión, así como el reconocimiento en forma de premios en certámenes internacionales, ayudan a la creación de marca país para muchas naciones, como ocurre en España o México, entre otros. Y como plus especial: Sí, genera e impulsa el consumo, algo que nos guste o no, es necesario en nuestro mundo. En 1962, el profesor Hepner apuntaba otras razones en defensa de la publicidad, dentro de su obra ‘Modern Advertising. Practices and Principes‘ (Publicado en México por Uteha), desglosando en siete puntos ese básico que es el fomento del comercio:
- Despierta el deseo de adquirir cosas que hay disponibles.
- Contribuye a facilitar la mayor disponibilidad de las mercancías.
- Ayuda a reducir el costo de las mercancías.
- Es un factor importante en el proceso de perfeccionamiento de los productos.
- Permite a muchos hombres de empresa con pequeño capital desarrollar un negocio propio.
- Ayuda a hacer más satisfactorios emocionalmente los utensilios de uso corriente.
- Es una fase de la libre competencia de empresas.
Y en la misma obra, hacía referencia de modo entrañable a quienes se sentían atraídos por esta profesión, llamándoles «Jóvenes en espíritu»: «…son estudiantes de literatura y se creen capaces de escribir un buen texto para anuncios. Otros tienen temperamento artístico y les agradaría dedicarse al arte comercial. Unos cuantos desearían ser vendedores y se consideran capaces de vender anuncios. Otros más creen tener ideas comerciales que podrían ser útiles en alguna fase publicitaria…».
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