Hablando de campañas publicitarias arriesgadas, vienen a mente casos como el famoso Miravete de la Sierra, que disfrutó aplausos provenientes de numerosas agencias en todo el mundo; o como el Katy Railroad’s Crush Town, que más bien descarriló al final de las vías… Internet Explorer se ha abierto escenario en esta categoría, con su campaña: “The browser you loved to hate”. El título, expuesto en el encabezado con orgullo, resulta un gancho contundente, un movimiento astuto que emula una carnada atractiva para todos aquellos disidentes del IE y que, gracias Google, hemos optado por la diversidad, la libertad, la rapidez y la practicidad en la navegación Web (bueno, no sólo Chrome, hay muchos otros con cualidades destacadas; el asunto es que a estas alturas cada quien sabe a qué equipo le va). Frases como “I’m going to lose so much street cred for saying this but Internet Explorer 9 is just fantastic.”, y “Suddenly I even started liking IE9” anteceden una presentación que reta al usuario avanzado a comprobar la historia, una situación ideal para todo tech-savvy que gusta desmentir a las marcas ofreciendo su crítica tenaz y definitiva a la comunidad. Microsoft no ha reparado en compartir con el público comentarios negativos hacia su marca, e incluso se muestra decidido a burlarse de sí mismo, buscando empatía al hacer énfasis sus desventajas consabidas por la comunidad; en esta campaña, el protagonista se postra seguro de que su nuevo producto recuperará la preferencia líder en el mercado como solía ha mucho, colocando el peso de su “regreso histórico” al mercado sobre un pilar bien definido: “progress”; si bien lograrlo va más hacia detalles de plataformas tecnológicas, el gesto creativo y atrevido, se agradece con gusto. [youtube]http://www.youtube.com/watch?v=lD9FAOPBiDk[/youtube]
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