Cuando estamos redactando contenidos periodísticos nos metemos en problemas. A veces nuestras fuentes no son fidedignas, a veces nuestro testimonio es parcial, a veces la temática es éticamente problemática o a veces simplemente no tenemos ganas de escribir. ¿Cómo escribir cuando no tenemos ánimo para hacerlo? Sudando y usando la memoria. El sudor desliza las palabras, pero la memoria las transforma, y sobre todo, las multiplica. Citar de memoria es usar un estilo indirecto, es rodear. El rodeo salvaguarda nuestro texto. «El estilo indirecto», dice alguien en el `Funes el Memorioso´ de Borges, «es remoto y débil; yo sé que sacrifico la eficacia de mi relato; que mis lectores se imaginen los entrecortados períodos que me abrumaron esa noche». Hagamos que nuestro texto parezca lejano. Digamos «es bien sabido por los antiguos retóricos» en lugar de decir «Aristóteles, en el Capítulo II de su `Poética´, afirmó». Digamos que «los hechos tuvieron lugar en las tierras de Berkeley» y no que «los hechos tuvieron lugar en la South Circular Road». Nadie es capaz de dominar todos los temas, pero cualquiera puede hablar sobre cualquier cosa si tiene buena memoria. Si tenemos que hablar acerca de las manzanas recordemos las categorías de la filosofía: cantidad, cualidad, relación, modalidad, tiempo y espacio. Pongamos un ejemplo: «La cantidad de manzanas que el hombre debe consumir mensualmente variará según la edad y el peso corporal; la calidad de las manzanas puede ser identificada por el color de la cáscara; podemos, además, comer manzanas de muchos modos (jugos, licuados, purés). El hombre siempre se ha relacionado con el mundo frutal a través de la tecnología más atrasada. Este atraso tecnológico ha hecho que la gente de las ciudades no pueda ingerir manzanas en cualquier época del año o en cualquier lugar». ¿Verdad que parece que el orador es un experto en manzanas? Esperamos que estos trucos le sirvan a la comunidad.
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