Consiga a un gurú personal y experto, para que gestione sus redes. Si su empresa vende productos de belleza, contrate a un conocedor de la moda que además sepa utilizar herramientas sofisticadas de medición de imagen empresarial, y claro, que le recomiende un buen peinado. Hágalo pronto, recuerde que en redes hablamos de usted, aunque no esté presente. Esto es lo que quisieran todas las empresas que han optado por la ventaja competitiva de participar en la gestión de su imagen en redes. ¿Qué es lo que no quieren? Que cuando la empresa felicite a los deportistas de moda, no les intercambie los apellidos; que eviten a toda costa perder el control en una crisis, como es el caso de las sillas para discapacitados que entregaron en Sonora, motivo de burla y escarnio en redes. Aunque rápidamente se incrementa el número de social managers que saben dialogar con el público y utilizar costosos softwares adquiridos en el extranjero para medir el impacto de las marcas, siguen escaseando metodologías claras surgidas desde la lógica de las redes. No obstante, recuerde que nunca pasará de moda el acercarse a preguntar qué es lo que los prosumers necesitan, no se olvide de la investigación que por más tradicional que parezca, sigue siendo efectiva. Pero regresemos un poco a una pista olvidada hace un momento y que vale la pena mencionar: diálogo. Si se preguntan por la diferencia central, en cuanto a interacción con las marcas, entre los medios tradicionales y los medios que pululan en el Internet, es que en los primeros seguimos utilizando el modelo clásico del soliloquio, mientras que en los segundos, es el diálogo con los seguidores lo que mantiene elevado el poder de la imagen y la lógica de actuación-promoción. Me han preguntado muchas veces qué deben decir las empresas en redes sociales, y creo que este es el principio del error que tiene su corolario en la construcción de una estrategia de medios o un plan de comunicación en redes. No se supone que digamos algo, sino que lo comuniquemos. Verba volant scripta manent, es decir, que aquello que se comunique responda a una estrategia clara, estructurada, resultado de una investigación del segmento de mercado con el que se quiere dialogar. Las redes sociales nos exigen conocimientos del viejo mundo, aparejados a una nueva lógica que no todos entienden -no digo que yo sí lo haga a la perfección-. Hacemos planes pretendiendo dar continuidad al impacto que lográbamos con los medios tradicionales, para evitar este error en el OTL, les ofrezco un par de consejos: 1. Sus planes deben estar fundamentados en el diálogo y no en el monólogo. Esto requiere pensar en estrategias dinámicas de conversación con los usuarios, incentivar los flujos, postear regularmente pensando en la información que el prosumer necesita. Incluso ser un poco más de izquierda para subirse a la ola de lo mainstream que se tematiza en la web. 2. No consiga un gurú, entrénelo. Y sobre todo manténgalo conectado con las áreas más recónditas de la empresa de la manera más efectiva posible, la gente de redes necesita acceso rápido a la información, pues la velocidad de respuesta es una de las principales expectativas de la comunicación On The Line. 3. Sepa qué comunicar. Sea más como Sísifo que con la astucia y el don de la palabra pudo evadir la muerte en múltiples ocasiones, pero no sea tan astuto que la rapidez lo lleve a mentir y falsar la información que presenta; porque como decía Nietzsche: “la mentira más común es aquella mediante la cual uno se engaña a sí mismo, engañar a los demás es más raro”. Ojo, Ferrari.
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