Los paradigmas son los enemigos eternos de la creatividad. Son las suposiciones, valores, juicios y experiencias que nos dictan cómo ser y cómo responder ante una situación, pues es el camino que todo el tiempo se ha recorrido; pero ese camino establecido nos pone límites para conocer qué hay más allá. La existencia de los paradigmas puede desvanecerse con ingenio y con valor, atreviéndonos a cuestionar lo determinado y actuando. Por ello, cuatro tipos de personas pueden romper los paradigmas: 1. Los locos. Los que sueñan constantemente, imaginan, plasman ideas y buscan llevarlas a la realidad son locos. Los que tienen ideas fuera de lo común, expresan lo que nadie se atreve y tienen actitudes impredecibles, también son locos. El mundo está lleno de ellos. Recordemos a Cristóbal Colón y su necedad por ir en el camino opuesto para encontrar “La India” porque la Tierra no era plana: Todos lo tacharon de chiflado. Julio Verne gracias a sus cuentos “De la Tierra a la Luna” y “20 mil Leguas de Viaje Submarino”, pensaron que estaba imaginando de más. Las mujeres que lucharon por el voto femenino, en su época fueron unas locas revoltosas. Y todo esto que en algún tiempo fue erróneo o ilusorio, ahora es normal. 2. Lo muy inteligentes. La inteligencia se define como la capacidad de resolver problemas. Los muy inteligentes se distinguen por dar soluciones inesperadas a problemas comunes. Buscan caminos distintos para llegar al mismo punto, rompen paradigmas. Además, los inteligentes tienen la habilidad de parecer tontos o sabios según la circunstancia lo requiera. 3. Los de fuera. “Nadie es profeta de su propia tierra”, dicen por ahí. Al pertenecer a un lugar, significa que piensas y actúas como lo hacen en ese lugar, actúas “normal”. Cuando las personas salen de su ambiente, resulta que son extraños en otros lugares y pueden tener éxito por ser diferentes. Al no pertenecer al nuevo lugar, pueden darse cuenta con facilidad de situaciones evidentes, que no lo son para los que pertenecen al círculo pues no conocen otros puntos de vista. 4. Los forzados por las circunstancias. Una persona aprende a romper paradigmas cuando existe la presión del entorno. Cuando en la escuela o en el trabajo piden un proyecto “totalmente innovador”, se supone que se debe empezar desde cero, sin miedo ni juicios, pues éstos nos devuelven al mundo establecido. En pocas palabras son los que piensan “fuera de la caja”. Cada creativo puede distinguirse y clasificarse en alguna de estas categorías. Según la situación, todas las personas puedes ser “locas” de algún modo, por lo tanto creativas. Y tú, ¿qué tipo de creativo eres?
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