No es ninguna novedad que muchos de los directores de cine, comenzaron su carrera en el género publicitario. Y es que la publicidad no está lejana al cine. Ambas cuentan con narrativa, ritmo y estética. La enorme diferencia está en el objetivo que cumplen. Hollywood es experto en mezclar arte con dinero, y no significa que lo haga a la perfección y de manera respetuosa, pero siempre vende. Los acuerdos que hace con grandes marcas siempre son rentables y el producto final de estas grandes producciones, tienen un gran impacto en los consumidores. El conocido director de cine Ridley Scott, trabajó para Apple y realizó el revolucionario spot de la marca, en el que se recrea el universo literario de “1984” de Orwell. Mientras David Fincher dirigía videos para Madonna y Aerosmith, también se concentraba en realizar spots para Nike, Coca-cola Levi’s, Adidas, Budweiser y Chanel. Siempre conservando la ambientación y estética que lo caracterizan. El director de Transformers Michael Bay, proviene del mundo material de la publicidad, y en la actualidad también trabaja como productor de videojuegos. Recientemente Iñárritu, el director de cine mexicano, dirigió la campaña “Gracias Mamá” de Procter & Gamble para los juegos olímpicos de Londres 2012. David Lynch, Spike Lee, Robert Rodríguez y un sin número de directores de cine, se han dado una vuelta por el mundo de la publicidad para seguir contándonos pequeñas historias, que sin duda se quedan en nuestra mente.
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