En el proceso de la vida, todo lo que nos ocurre se queda registrado en nuestra mente. Ya sea de manera consciente o inconsciente, cada persona guarda recuerdos de la infancia, sueños importantes, miedos, deseos y sentimientos de todo tipo. Todo ello nos va moldeando, define nuestra personalidad, nuestras motivaciones en la vida, y con ello nuestra profesión. Según Freud, todos los sentimientos que cargamos desde la infancia buscamos reflejarlos en el presente, por medio de las relaciones humanas. A esto se le llama transferencia. Por ejemplo, el caso de un niño que recibe de su madre excesivas demostraciones de afecto, pero que es ignorado por el padre. Seguramente de adulto será muy cariñoso con las mujeres, pero tratará de “vengarse” de la actitud de su padre oponiéndose a la autoridad, sobre todo a la masculina. Pero ¿cómo se relaciona esto con la profesión? Es muy sencillo. Las situaciones que vivimos en la infancia nos marcan tanto, y es tan pesada la carga, que buscamos respuestas. Queremos saber por qué nos tocó vivir eso y cómo solucionar nuestros conflictos internos. La mejor oportunidad para encontrar respuestas en por medio de la carrera. Se dice que los filósofos estudiaron Filosofía para comprender el sentido de sus vidas. Los psicólogos surgen para entender sus propios procesos mentales. Los médicos estudiaron medicina para comprender su funcionamiento biológico. Los sociólogos estudiaron eso para encontrar su lugar en la sociedad. ¿Y los mercadólogos y publicistas? Lo más probable es que hayamos elegido esta profesión para aprender a vendernos tal como somos. Hay personas con habilidades natas en los negocios, pero no tienen mucho éxito porque les falta chispa, la chispa natural de cada uno que se esconde bajo los prejuicios y las reglas. En el proceso de aprendizaje, los publicistas adquieren estrategias para venderse a sí mismos y así alcanzan su éxito personal. Como consecuencia, viene la conquista de las marcas. Si analizamos a los personajes reconocidos del ámbito publicitario, han logrado su lugar simplemente porque son ellos mismos y se alejan de los prejuicios. Son libres y dejan volar su imaginación. Los triunfadores en sus carreras, lo son porque han obtenido la respuesta que buscaban dentro de sí. Haz ese análisis interno, cualquiera que sea tu profesión, y verás que algo hay de cierto. Mercadólogos y publicistas: Para vender bien una marca, debemos aprender a vendernos a nosotros mismos resaltando nuestras virtudes y encontrando
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