Hemos recabado algo de nuestra experiencia en diversas agencias de publicidad y hemos escrito diez tips que te ayudarán a evitar el estrés cuando el trabajo se acumula. Al inicio, estos tips parecen impracticables. Pero con el tiempo te darás cuenta de su utilidad. 1- Haz una cosa y después la otra. ¿Obvio? No, no es obvio. Muchas veces estamos diseñando o redactando tres o cuatro cosas a la vez, y terminamos haciendo todas las cosas iguales. Aunque te estén presionando, termina lo que empiezas, y hasta que no termines, no inicies tu siguiente actividad. 2- Redacta, y mientras redactas, piensa. No pretendas pensar y después escribir. Escribir es una forma de desanudar los nudos de nuestra cabeza. Teclea, teclea, teclea más, y verás cómo las ideas fluyen tecleando, no meditando como Buda. 3- Haz una lista de tus actividades diarias. Empieza por lo más sencillo y termina con lo más difícil. Si inicias con lo sencillo estarás calentando los músculos creativos y podrás hacer acrobacias mentales al final del día. 4- No te dejes intimidar por las palabras. Palabras como «campaña», «presentación», «proyecto», intimidan. Una campaña es sólo un conjunto de materiales publicitarios, no un acelerador de partículas. 5- Recuerda que la publicidad es una herramienta más de las empresas, no la única. No te presiones demasiado. Las empresas jamás han quebrado por culpa de un póster, de un spot de radio o de un BTL. 6- Diviértete en la agencia, pero no juegues. No confundamos el juego con la diversión. La diversión real es la más seria (nada exige mayor seriedad que tirarse en paracaídas o jugar a las cartas contra avezados gandules). Haz las cosas con pasión, no con temor. Antes que publicistas somos personas, y como personas podemos trabajar en cualquier área que se nos ocurra. 7- Trata de no pensar en tu trabajo a la hora de la comida. Trata de salir de la agencia transformado en otra persona. Ser publicistas todo el día aturde, tapa la cabeza (esto aplica casi en todas las áreas del saber). 8- Cuando mandes un mail, pregúntale al destinatario (si lo tienes cerca) si recibió tu correo. ¿Para qué? Para evitar las burocracias y los llorones «no me llegó», «no revisé», «no me di cuenta». 9- No dupliques los mensajes (la cantidad de mensajes tiene que ser igual a la cantidad de materiales). A cada material le corresponde un mensaje, un tono o información específica. 10- Lee mucho. Leer mucho te hará más seguro, más veloz, más hábil, más atrevido. Saber es poder. Buen día, Comunidad Roastbrief.
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