Ser creativo es ser todo y nada en cualquier lugar. Es poder apagar cualquier emoción y tener la capacidad de encender las palabras más secas. Pero no cualquiera es un creativo persuasivo. Para poder lograrlo, es necesario hacer uso de la Retórica. Y para hacer uso de ésta, es necesario conocerla y utilizarla. Y al utilizarla, es necesario adaptarla. Así, el creativo adquiere la capacidad de crear un mensaje potente, masivo y persuasivo. Un mensaje que articule las mejores ideas para lograr convencer a alguien y al final; vender. Vender un producto, un servicio, una idea o simplemente persuadir sin obtener algo tangible a cambio. Un área en la cual podemos aplicar la retórica, es la publicidad. Ésta, no es más que la retórica del hoy, del mañana y del después. Ya que la nueva era de la publicidad, grita y grita cada vez más fuerte. La publicidad, esta arma persuasiva, es un misil de ventas cargado de balas de ideas. Es, sin duda, un arma que al saberla dominar, y aplicando un buen filo discursivo, creíble, aceptable y amable para los demás, se conquista a cualquiera. Al ser persuasivo es menester pensar antes de hablar, pensar antes de escribir y vivir después de morir. Para poder persuadir de la mejor manera no basta con tener una gran idea, es mejor tener una buena idea, y explicarla con un buen argumento. La idea es la materia prima, y la persuasión por medio de un buen discurso, vendría siendo el proceso de transformación. Hablar por hablar, no es ser persuasivo. Ya que en publicidad se sabe que de una idea, se persuade a cientos de personas. Pero para persuadir a esos cientos de personas, primero hay que persuadir pocos asientos en la junta. Al escribir lo anterior, recordé cómo un amigo contó una historia acerca de esto. Él explicaba al estar en una junta “creativa”, que un trainne tuvo una gran idea para una campaña, pero no supo cómo explicarla. En cambio un Senior, tuvo simplemente una idea bien explicada y argumentada, la cual persuadió a los demás y se ocupó para lanzar dicha campaña. Debido a lo anterior, para persuadir, es necesario tomar en cuenta la postura del que habla, así como los argumentos que éste expone ante el oyente. Como todos sabemos, el público siempre está ansioso por escuchar. Ya que saber escuchar, es saber descifrar al enemigo para después poderlo atacar. Otro aspecto a tomar en cuenta, es captar la atención del oyente. Ya que es menester conocer al receptor. Por ejemplo: conocer el estado de ánimo de un pueblo, es decir; su cultura. Ya que mediante este tipo de conocimiento, podemos descubrir cómo puede ser persuadido ese grupo social. La correcta utilización de los Mass Media es otro punto importante. Ya que en algunas ocasiones se piensa que utilizar más medios logrará un mayor impacto. Cuando en realidad lo que se logra, es perder el objetivo de comunicación. Al ser persuasivo, despierte sentimientos. Es lo que hacen las marcas. Ya que un sentimiento, es, en la mayoría de las ocasiones, una necesidad muda. Y al descubrir este sentimiento, se analiza y se genera un potente argumento. Éste, aguijón y carnada para lograr la persuasión, debe de contener un ruido mínimo. Ya que la sociedad, esta expuesta a demasiados mensajes durante el trascurso del día y con más frecuencia presta menos atención a estos. Por eso es necesario generar un sonido claro, preciso y conciso. Un sonido que impacte a la gente con un mensaje penetrante. No olvidemos que la persuasión que se busca generar, va de la mesa creativa para la masa activa. Para concluir, todo el tiempo se es persuadido, y en publicidad, ser un creativo persuasivo, es sentirse Aristóteles al hablar, Shakespeare al redactar y un pez al respirar.
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