No fue un flechazo, pero como pasa en las mejores relaciones a medida que se van conociendo mejor y conviviendo, surge el idilio y el amor para siempre de forma inevitable. pero han necesitado dispersar los temores de primerizo que surgieron, precisamente porque los primeros en llegar no fueron los pretendientes habituales. Es como si a la niña de papá le rondara un revolucionario, o como si la hippy al final se enamorara del heredero del magnate. Parece contra natura, pero el amor es así, algo muy personal, como el social media. En un primer momento, el social media quedó en manos de los propios usuarios, pues esa es la grandeza del medio, que cualquiera desde su casa podía comunicar. Pero cuando hizo falta comunicar con mayúsculas, cuando las marcas se dieron cuenta de que el público estaba en otro sitio y no se conformaban con ser meros espectadores, decidieron participar en el juego. Hágan sitio, señores, que llegan los profesionales… Porque una de las razones que han hecho posible el crecimiento de las redes sociales es que son gratis. Pero gratis no hay nada, alguien tiene que pagarlo, y ese alguien casi siempre es la publicidad. Y eso a algunos les puso celosos, sintiéndose invadidos y presionados. Era un territorio virgen y muchos pensaron que inviolable. Pero no hay nadie tan puro. Y el dinero en los medios, lo tienen los anunciantes. Sean cuales sean los medios. Eso es una verdad absoluta, que muchos discuten. Facebook es gratis porque Mr. Zuckerberg se embolsa cerca de 1.500 millones de dólares al año procedentes de los anuncios que inserta, y que aunque dicen que pierden eficacia cada día que pasa, de momento ha aumentado el número de impresiones en los muros de tres a seis. Y me sorprende que haya quien siga dudando de que los usuarios hagan clic en ellos, porque no puede ser más evidente. Así que los publicitarios de siempre, tras el desconcierto, han descubierto que pueden amar al social media, si es que alguna vez no les gustó, porque en él encuentran lo que siempre han querido: 1. Un soporte con público: Las redes sociales son un medio en sí mismo dentro de otro medio que es internet. Es donde las personas del mundo industrializado pasan hasta 2 horas al día de media. Ni más ni menos. Los publicitarios siempre hemos ido a buscar a los clientes allí donde estuvieran. Vallas de carretera, periódicos, radio, televisión o el buzón de su casa. ¿Por qué no ibamos a ir a Facebook? 2. Un soporte económico y rentable: De momento, las campañas por impresión o por clic mantienen unos costes muy razonables si los compararmos con los costes por impacto en medios off line. Aparentemente el coste unitario puede ser alto, pero si consideramos que cada impacto es un contacto útil, si está bien hecha la campaña, el coste global es muy rentable comparado con los impactos perdidos en los mass media. 3. Un soporte con estudio de mercado incluido: Por si fuera poco saber que cada impacto pagado es un impacto real, las redes sociales (internet como medio en general) nos permite obtener un estudio de mercado ad hoc en cada acción. Las estadísticas que nos ofrecen los servidores se convierten en datos súper valiosos para conocer a nuestros clientes potenciales. Datos socio demográficos muy precisos, que ellos mismos han aportado voluntariamente y que podemos usar tanto para estudiar los resultados de la acción realizada como para planear las futuras con mayor precisión. 4. Un soporte flexible: Y si podemos utilizar los datos obtenidos para realizar acciones muy personalizadas a distintos targets, también podemos imaginar casi cualquier tipo de campaña. Desde storytelling a cupones descuento, promociones de captación y fidelización, y eso tan idealizado como el marketing viral. Pocos medios son tan potencialmente explotables, si nos quitamos la venda de los ojos y dejamos de creer que el social media es algo para hablar como amigos y no un medio más, en el que lo que queremos es vender. Los publicitarios amamos al social media porque, sobretodo en estos tiempos difíciles de crisis, nos permite seguir llegando a los consumidores para hacer lo de siempre: contarles historias que les enamoren. Si los expertos en social media no aman la publicidad, se quedarán solteros.
Comentarios